
El fin de semana pasado, el domingo, decidí hacer solamente lo que Hamish hizo todo el dia. Llámese un experimento animal. Así que dormí, miré un poco de TV, fuí al baño algunas veces, dormí un poco más, bostezadas, auto-limpiadas, para luego volver a dormir. Fué un poco agotador. Eventualmente Hamish decidía ir afuera, así que tuve que hacer lo mismo.
Esto me hizo pensar qué sucedería si los gatos gobernaran el mundo, la respuesta vino en seguida: nada. Los gatos pueden haber sido adorados como animales o deidades sagradas en el antiguo Egipto, pero no pienso que las deidades del gato habrían sido muy diferentes a Hamish, es decir que ellos realmente no habrían conseguido mucho. Bastet, uno de los primeros dioses felinos, era la diosa de la abundancia, incluyendo la salida del sol y guardiana del hogar, pero puedo realmente imaginar a los antiguos egipcios rogandole a ella por sus desórdenes del sueño o si tenían problemas para relajarse, porque en eso es que son realmente buenos los gatos: el descanso y la relajación. Ah, y quizá la actitud impar del yoga.
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